Poco a poco nos hemos creído lo que social y culturalmente se nos ha impuesto: las mujeres somos frágiles, somos dependientes, necesitamos aprobación, no podemos innovar, debemos ser obedientes, tenemos menos poder, necesitamos ser rescatadas. Así muchas ideas que socialmente se han interiorizado para convertirse en verdades y manifestarse en acciones que lastiman la autoestima de la mujer, que desfavorecen su crecimiento personal y profesional, que empequeñecen sus logros y que las colocan en posiciones poco o nada privilegiadas.
La debilidad o la fuerza se asocian con el tamaño o el músculo, sin embargo, necesitamos ver a los seres humanos, mujeres y hombres, como seres emocionales, vulnerables y frágiles. Mujeres y hombres con características genéticas y biológicas diferentes, que nos hacen seres complementarios pero que culturalmente nos han puesto en riña. Sin dudarlo afirmo que las mujeres somos fuertes y somos privilegiadas, te dejo tres ejemplos:
1. Las mujeres somos privilegiadas, no solo por la maternidad, un logro que se celebra no solo por el mero acto de parir, sino por el cuidado y la crianza de los hijos, que con frecuencia se combina con todas las demás responsabilidades y actividades de una mujer.
2. Somos privilegiadas porque nuestro cuerpo produce el estrógeno, una hormona que de acuerdo con estudios científicos nos hace tener mejores capacidades intelectuales, incluyendo nuestra buena memoria.
3. Somos privilegiadas porque somos más resilientes (la resiliencia es la capacidad de sobreponerse ante situaciones adversas) estudios han encontrado que las niñas y las mujeres tienen mejores habilidades interpersonales y fortaleza interna, por lo que pueden sobreponerse a situaciones hostiles, desfavorables o adversas.
Mujer, la próxima vez que te llamen débil que sea por no resistirte a la tentación a comerte un postre o a comprarte un accesorio de belleza. Cuando te llamen débil que sea porque mostraste tus emociones sin temor. La próxima vez que alguien insinué que eres débil, ¡levántate! y muéstrale tu fortaleza.